Técnicas de caza: Dada su gran capacidad adaptativa, el gorrión italiano está presente aproximadamente en toda la península, y mejor que otros ha sabido explotar a su favor su proximidad con los humanos: vive en la ciudad, vive en los cerros y vive en el campo, y su aumento ha sido tal que ha puesto en peligro los cultivos locales en más de una situación.
El Gorrión de Italia mide unos 16 cm de largo, su peso no supera los 30 gramos y parece ser originario de Asia, aunque, como se mencionó, hoy está muy extendido no solo en toda Italia, sino también en todo el mundo, con la excepción de para algunas áreas de Australia, el ecuador y los polos. Pequeño y de color marrón grisáceo, el macho presenta vetas oscuras y una gran mancha negra en el pecho, mientras que la hembra es reconocible por un color ligeramente más claro.
Ruidoso especialmente durante la temporada de apareamiento que comienza en marzo, la pareja formada colabora en la creación del nido que se coloca en las grietas de las paredes, en los techos o en los árboles. También durante la eclosión el macho y la hembra son intercambiables: esto dura unos 15 días y en la eclosión los recién nacidos son al menos cinco. Permanecerán en el nido menos de veinte días antes de emprender el vuelo. Si la temporada es buena, el Gorrión de Italia es capaz de realizar al menos cuatro crías: esto explica la sorprendente velocidad de reproducción del ave.
A diferencia del primo de la ciudad, el gorrión rural es menos sociable y también es muy desconfiado con los humanos. Esto no significa que sea una criatura social que vive en colonias particularmente numerosas y que incluso le encanta anidar en grupos.
Técnicas de caca: Dicho esto, averigüemos cuáles son las técnicas de caza más populares para el gorrión italiano.
Si hablamos del Gorrión de Italia, la caza en forma errante ofrece resultados interesantes: lo que cuenta es conocer bien las zonas de pasto y aquellas en las que los grupos se retiran a pasar la noche. Uno de los meses más ricos para aquellos que quieran probar suerte en este tipo de caza es septiembre; la razón es simple: los grupos están compuestos en su mayoría por ejemplares jóvenes, ciertamente menos sospechosos que la generación anterior, pero el período es muy corto. Ya después de unos días de caza, el gorrión se vuelve sospechoso y difícil de atrapar: es hora de que la caza se vuelva real y satisfactoria.
Lo ideal es, una vez identificada la zona, elegir un buen refugio quizás entre campos cultivados y con la ayuda de algunas llamadas esperar a que lleguen los gorriones. Se pueden obtener resultados notables eligiendo ubicarse cerca de las granjas (manteniendo una distancia segura), preferiblemente no lejos del ganado. No pocas veces es costumbre identificar el área donde descansan los grupos de aves, acechando justo antes del atardecer para atrapar a las aves que regresan por la noche. Pasada la temporada de otoño tendremos que tener paciencia: el gorrión ahora se ha vuelto bastante desconfiado, y solo con las primeras heladas, que los obligan a viajar en busca de alimento, vuelve a mostrarse esta ave con una gran capacidad interpretativa.
Aquellos que opten por la caza del acecho, si quieren obtener algunos resultados, deberán tener numerosas llamadas con ellos. Sin embargo, es bueno recordar que un gorrión sacado de la esclusa a principios de septiembre, suele dejar de cantar al cabo de un mes. Son muy pocos los que continúan jugando a lo largo de noviembre.
Además, la temporada en la que la caza del gorrión da mejores resultados es la de invierno, por lo que es bueno tener un buen número de llamadas a partir de septiembre, para que durante la temporada de invierno se puedan aprovechar las “frescas”. Para la caza al acecho o desde un cobertizo, se aplican en general las mismas reglas que hemos dicho para el errante, especialmente en relación al lugar.
Es precisamente el lugar de acecho lo que marca la diferencia y que puedes elegir con pleno conocimiento de los hechos solo si conoces los hábitos del ave y claramente la zona de caza.