Averigüemos la tarea que se asigna a las oficinas de correos y su posición, durante un viaje de caza a verraco. La seguridad es uno de los principales aspectos a cuidar, por lo que cada puesto debe conocer la ubicación exacta de los demás, a fin de evitar desagradables accidentes de caza.
Son muchos los cazadores que, al menos una vez en su vida, han participado de un tradicional "cacciarella". Si escucháramos las opiniones de los cazadores tras este tipo de cacería de jabalíes, veríamos una serie de opiniones contradictorias: a quién le gustó mucho, quién se aburrió. Quienes expresan esta última opinión argumentan que es casi seguro que no repetirán una experiencia de ese tipo, al no haber disparado un solo tiro y no haber visto nada de lo que estaba pasando durante la broma.
La broma tradicional al verraco, nacido en Lazio Maremma en las montañas Tolfa, en los pueblos de Bracciano, Castel Giuliano, Canale Monterano, Manziana, Civitavecchia y Allumiere, se logra a través de la participación de un gran número de cazadores y una manada consistente de perros, de una manera muy ampliado, en algunos casos incluso cientos de hectáreas. La caza del jabalí involucra a cazadores y perros durante todo el día, desde el amanecer hasta el atardecer, y puede suceder que mientras en una zona el aire se vuelva eléctrico porque se escuchan los gritos y la matanza, en otra zona del territorio delimitada por el broma no pasa nada interesante, ni siquiera los disparos. En cualquier caso, todos coinciden en decir que es necesario mantener alto el umbral de atención hasta el momento en que se escuche el sonido de la bocina que decreta el final del compás.
Las apuestas se asignan generalmente por mérito o por sorteo. El primer tipo se utiliza en equipos pequeños, para aquellos que previamente han demostrado su capacidad, términos de matar, ganándose la confianza y la estima de todos los demás miembros del equipo, quienes coinciden en permitir que estos cazadores acechen en los mejores puntos.
En cuanto a las apuestas por sorteo, estas últimas generalmente se asignan en equipos grandes o en el transcurso de grandes bromas mundanas a través de boletos, balones numerados o por simple conteo, con el objetivo de no penalizar ni favorecer a nadie, evitando molestos malentendidos e insatisfacciones.
La posición de las oficinas de correos, cualquiera que sea su naturaleza, la elige el Capo Caccia en su opinión indiscutible.
La posición que se le asigna a un cazador para que cuide un tramo de madera es similar a la que se le da a un soldado con el mismo propósito, ya que es una tarea muy seria por dos motivos: el primero se refiere al factor de seguridad. Este aspecto conviene destacar, ya que en la caza del jabalí participan personas y perros y se utilizan armas muy poderosas. Recordemos que un rifle de calibre medio tiene un alcance de pocos kilómetros, mientras que las balas de plomo secas normales de calibre XNUMX si impactan en un tronco, una piedra o un cuerpo de agua en un ángulo agudo, suelen sufrir rebotes impredecibles.
Por lo tanto, debe estar más que seguro de dónde y qué está a punto de disparar, porque en el bosque no solo hay jabalíes. Además, hay que recordar que la “Posta” tiene la carga y el deber de matar a los jabalíes que perros, canai y cazadores furtivos, con audacia y mucho esfuerzo intentan empujar contra ellos.
La tarea principal del cazador estacionado durante una cacería es acabar con el jabalí. Una vez asignada la apuesta, primero debes ser visto por el anterior y el siguiente, acordando los respectivos ángulos de disparo y hasta dónde tendrá que disparar un cazador u otro. Este aspecto, además de cuidar principalmente el aspecto de seguridad, garantizará que no se disparen una serie de disparos que no darán a nadie la certeza de quién mató realmente al jabalí. Otra tarea que puede realizar el poste, es la de "limpiar" las líneas de tiro para eliminar las ramas y arbustos de los trotes, de donde podría llegar el jabalí. Tener una vista clara y "limpia" puede ayudar mucho al correo.
No estamos hablando de podar todas las plantas de alrededor, pero basta con eliminar algunas ramas que impiden ver bien aquellas zonas consideradas "estratégicas".
Otros aspectos a tener en cuenta son el viento, cuidando nuestro limitado equipamiento, centrándonos en los puntos por donde podría llegar el jabalí y vigilando los puestos cercanos. Hay que recordar que el jabalí mata con el oído: un jabalí que hace ruidos mientras se acerca sigilosamente a nuestro puesto, es un jabalí muerto.
Hay varios tipos de postes, que cambian según el tipo de broma que quieras hacer para apaciguar al jabalí: la Cacciarella y la Girata.
En la cacciarella, tema que ya hemos tratado en un artículo anterior, los postes son colocados al inicio de la cacería por el cazador ayudado por los cazadores más experimentados en la zona del perímetro elegido para la cacería en el puntos más plausibles de la fuga del jabalí. La distancia entre los postes varía en relación con la visibilidad desde el suelo, por lo que no se puede medir con precisión. Es muy importante tener en cuenta el viento que debe soplar en la cara del poste, ya que el olor del jabalí es muy agudo y se puede sentir la presencia de un hombre a varias decenas de metros, con el viento a favor: por este motivo no se recomienda el uso de perfumes, lociones para después del afeitado y fumar.
Una vez más, lo principal es que cada correo sabe exactamente dónde está el correo vecino.
El giro, en cambio, se diferencia de la cacciarella en que se realiza en un terreno no muy extenso (máximo 15 hectáreas y preferentemente rodeado de campos o prados). El equipo de Girata está formado por unos puestos, un perro y un solo perro que tendrá que buscar y forzar a los animales.
La diferencia sustancial entre los dos métodos de caza del jabalí no radica tanto en la posición de los puestos, sino en el menor impacto ambiental y en la fauna que produce el giro, ya que en él participan menos personas y perros en comparación con la caza.