La tercera edición de la Festival Sanico del Jabalí di Toscolano-Maderno (provincia de Brescia) finalizó con la "visita" del Carabineros forestales y un veterinario de la Agencia de Protección Sanitaria. El médico y los militares intervinieron a raíz de una denuncia del LAC (Liga para la Abolición de la Caza) y comprobaron que los platos eran a base de jabalí y no criados.
Por eso se denunciaron a los organizadores, aunque la carne resultó perfectamente apto para el consumo, por lo que el evento no se bloqueó. Se violaron dos reglas. En primer lugar, no se respetó la prohibición de alimentar con carne de animales silvestres y con fines comerciales, aunque se trate de especies de caza.
Además, el prohibición de la matanza fuera de las plantas habilitadas a tal efecto. Los responsables del festival admitieron el ingenio comprometido, aunque todo se haría de buena fe, ya que fueron ellos quienes habían revelado el origen de la carne de ungulado, sin olvidar la publicidad sobre el evento.